
- Actualmente existe un interés mundial sobre la mejora en los programas de pensiones y la incorporación de mayor participación de activos alternativos en sus carteras de inversión. Chile, ha sido el centro de la atención global en esta
materia. - Las nuevas reglas en Chile, generarían un mayor impulso para que los fondos de pensiones intensifiquen la inversión en los mercados privados globales y así, incrementar los retornos de estos (recordemos que la primera autorización para que las AFP ́s inviertan de manera directa en activos alternativos fue en 2017).
- A fines de enero 2025, el Congreso de Chile, aprobó las reformas revisadas de las pensiones propuestas por el actual presidente Gabriel Boric.
- Los principales cambios acordados incluirían aumentar las contribuciones de los empleadores desde 1,5% a 8,5% durante los próximos 9 años y elevar la pensión mínima garantizada actual respaldada por el Estado a $255.000 por mes (beneficio que llegaría a 2,8 millones de personas).
- También se está introduciendo un Fondo Autónomo de Protección Previsional, de propiedad estatal, para complementar a las AFP ́s.
- Todo lo anterior significaría una inyección de capital para las AFP ́s, lo que contrarrestaría parte de los retiros anticipados realizados durante la pandemia.
- El capital privado continuaría desempeñando un importante papel. En abril 2024, el Banco Central de Chile, permitió incrementar la participación de la inversión en activos alternativos de los fondos de las AFP ́s y los Fondos de Cesantía. La categoría más tolerante al riesgo (Fondo A) podría alcanzar una inversión de 20% en activos alternativos después de agosto 2027.
Después de una discusión que se extendió por una década, a fines de enero 2025, el Congreso, aprobó la reforma previsional. Si bien esta conlleva un importante incremento en de las contribuciones obligatorias y mejora los beneficios de las mujeres, significa por otro lado, un importante compromiso político, aumento del gasto fiscal y la renuncia de la eliminación de las AFP ́s, lo que parecía ser una meta para este gobierno.
Este acuerdo se logró presionado por un escenario de estancamiento legislativo bajo un clima político cada vez más fragmentado y polarizado, así como un estancamiento económico.
Chile fue el primer país en implementar un sistema de capitalización individual, esta nueva reforma pretende corregir los desequilibrios actuales, mejorar las rentabilidades futuras e incorporar a más personas al sistema.
Una vez que el presidente Boric convierta en Ley esta reforma, la tasa de contribución obligatoria aumentará gradualmente del 10% al 16% del salario del trabajador, mejorarán las pensiones para las mujeres y se reducirán las comisiones que cobran las AFP ́s. Estos cambios entrarían en vigor para cierto grupo en septiembre 2025 y para la mayoría en 2026 (si la Ley sale en marzo 2025).
Es importante destacar que, tras la reforma, si bien el estado incrementó su rol en el sistema, este continuará siendo esencialmente de capitalización individual y entidades privadas como las AFP ́s seguirán administrando los ahorros de los trabajadores.
Las AFP ́s continuarán existiendo de una forma muy similar e incrementarán significativamente la cantidad de recursos manejados. Hoy en día, las AFP ́s manejan 185.000 millones de dólares, cantidad que se espera crezca un 70% durante la próxima década tras la actual reforma, por lo cual las políticas de inversiones y la búsqueda de opciones alternativas toma un rol preponderante.
Se reducirán fuertemente las barreras de entrada a la industria de AFP ́s, se modernizarán las políticas de inversión y se establecerá que cada 2 años se subaste el 10% de las acciones de los afiliados a la administradora que ofrezca las comisiones más bajas, lo que llevará a un sistema más eficiente de AFP ́s y enfocado en los afiliados. De la misma manera, se establecerán premios y castigos para las AFP ́s en función de las rentabilidades que logren.
Esta reforma significa una mayor presencia, competencia y búsqueda de mejores rentabilidades de las AFP ́s. Esto llevará a una evaluación constante de los portafolios e incorporación de alternativas más atractivas de inversión, donde los activos alternativos jugarán un rol destacado y con mayor presencia.