Este 2024 se pronostica ser el “año de los activos alternativos” según varios analistas del mercado. Y es que se espera que la continua baja de la Tasa de Política Monetaria (TPM) que está implementando el Banco Central le devuelva atractivo a instrumentos más osados que los tradicionales bonos y acciones.
Categorías como la deuda privada, el private equity, los activos inmobiliarios y la infraestructura están captando cada vez más las miradas de fondos de inversión.
Los Family Offices locales ya están apostando fuerte, con hasta un 45% de sus portafolios en alternativos.
Ahora, no hay consenso sobre cuál es el momento justo para aumentar exposición. Mientras algunos recomiendan comenzar a incorporarlos gradualmente ya mismo, otros son más cautos y sugieren esperar a fines del tercer trimestre, cuando proyectan una TPM entre el 4% y 5%.
Lo que está claro es que la estrella entre los activos alternativos este 2024 sería la deuda privada. Por tratarse de instrumentos de renta fija, entregarían mayor liquidez y seguridad que otras opciones de la categoría. Las expectativas son retornos de dos dígitos en pesos para estos instrumentos durante el año.
Claro, no se puede olvidar que los alternativos también conllevan mayores riesgos, especialmente de crédito e iliquidez. Es por ello que lo recomendable para los inversionistas recién interesados es ir incorporándolos de a poco en sus portafolios, quizás partiendo con solo un 10%, y luego ir subiendo gradualmente la apuesta.
Este 2024 se proyecta como una buena oportunidad para que los amantes del riesgo le den una primera probada a los activos alternativos. Eso sí, la clave será analizar bien cada instrumento, diversificar entre opciones y, sobre todo, entender que se trata de inversiones de largo plazo.